La panista Josefina Vázquez Mota anduvo por el mercado de Cuautitlán, en donde saludó a comerciantes, compró nopales y le regalaron un queso, se tomó fotos con algunos comensales de los locales de comida ubicados en los pasillos principales y recibió quejas de la gente por la falta de estacionamiento, por los parquímetros insuficientes y por la inseguridad, temas en los que prometió dar solución. La panista fue cuestionada por Diario de México sobre cómo iba a recuperar la confianza de la gente que durante cuatro trienios votó por el PAN, pero al surgir escándalos de corrupción (sobre todo en el último de Edelmira Gutiérrez) dejó de creer en su partido; Vázquez Mota dijo que va a poner orden. Y sí, debe poner orden porque Lucio Hernández tiene prácticamente secuestrado al PAN.
Y en este tema de corrupción, la candidata independiente Teresa Castell, dijo en Tepotzotlán, que el piso debe ser parejo para todos, al margen de que si son mujeres u hombres, porque a veces se les quiere perdonar la autoasignación de bonos o la corrupción por el simple hecho de ser mujeres o pertenecer a algún partido, lo cual no es correcto, e insistió en que por eso es necesario votar por alguien como ella, porque los partidos no son la solución, ya que se necesita gente honesta y trabajadora, “esa gente que no está en los partidos”.
Al reunirse con la miitancia del Partido Encuentro Social, el candidato Alfredo del Mazo les aseguró que juntos harán del Estado de México un lugar seguro para todas las familias, porque la coalición que hoy abandera, está sustentada en valores comunes.
En Cuautitlán Izcalli hubo un connato de bronca entre morenistas, durante la visita de López Obrador, ya que la gente del diputado Marco Antonio Ramírez impidió el paso al templete a los regidores morenistas Elsa Becerril e Ignacio Piliado. Al final se calmaron los ánimos, pero en este municipio la intolerancia del diputado Ramírez ha provocado un gran divisionismo en Morena.
